Las productoras Sabanalac, Gloria, Hacienda San Mateo y Lactalis, fueron multadas porque según investigaciones adelantadas por la Superintendencia de Industria y Comercio, presuntamente habrían incurrido en un fraude al vender leche entera homogenizada, mezclada con lactosuero, práctica que está prohibida por la ley y que se constituye en un engaño al consumidor final al no ser informado de las sustancias que contiene dicho alimento.

Cabe recordar que en nuestro país no está permitido el uso de lactosueros en la cadena productiva láctea, sin importar si estas sustancias son utilizadas en etapas iniciales o al final de la producción.

Según la fuente oficial, al incluir esta sustancia prohibida reducen costos y obtienen mayores ganancias al mantener el precio del producto final, lo cual además de ser una trampa, se constituye en competencia desleal frente a otras empresas del ramo.

Lo espinoso del asunto es que las marcas comercializadas por las empresas sancionadas están siendo distribuidas por almacenes de cadena reconocidos en todo el país, donde acude la ciudadanía en busca de calidad y buenos precios. Algunas de las marcas son: Máxima, Algarra, Pomar, De la Cuesta, Parmalat, Alkosto, Latti y Medalla de Oro.

Pero ¿Qué es un lactosuero?

Es el líquido que se drena durante la elaboración de quesos tras la separación de la cuajada o también en la fabricación de mantequilla y aunque contiene grasa y proteínas, su composición principal es agua en un 94%; y este es el punto donde se configuraría el fraude, pues al mezclarlo con leche entera, esta perdería parte de sus propiedades naturales convirtiéndose en un alimento diferente al que el cliente cree acceder.

Y aunque en la industria se utiliza este subproducto para la fabricación de concentrados de proteínas, emulsificantes y aditivos, nunca debe confundirse con leche entera, ni menos comercializarse bajo esa denominación, por ello la SIC, afirma que estas empresas indujeron a error a los consumidores, “quienes no cuentan con los elementos de juicio necesarios para detectar por su cuenta la presencia de esta sustancia, afectando con ello su capacidad de decisión sobre la naturaleza y calidad del producto a adquirir”. El pronunciamiento se dio luego de encontrar evidencias en las pruebas de laboratorio realizadas por el Invima, a varias muestras tomadas en visitas técnicas de inspección del año 2020.

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