La preocupación válida por no poder controlar a tiempo los incendios forestales en el departamento hoy tiene un escenario de discusión con las autoridades
La infortunada noticia de la quema en el Páramo de Ovejas, – Tauso, fue la gota que derramó el vaso y que permitió que la Asamblea Departamental pusiera el ojo en la delicada situación ambiental que se vive en la región. Alexander Rassa, diputado que propuso el debate para establecer responsabilidades y posibles soluciones, invitó a la comunidad a estar pendientes de las conclusiones que se derivaran de esta importante reunión.
Instituciones encargadas del cuidado y tratamiento del agua, y el medio ambiente conjuntamente con los alcaldes de la zona, fueron citados por los asambleístas para escucharles y determinar el paso a seguir. Y aunque en términos generales todos coinciden que la capacidad institucional no ha sido suficiente para controlar las quemas indiscriminadas, si hay que establecer con claridad el roll de cada una para que de manera articulada puedan trabajar para prevenir o mitigar el daño a la flora y fauna
Desde Tangua, por Ejemplo, que tiene gran parte de la jurisdicción del Páramo de Ovejas – Tauso, se alertó sobre las dificultades en la conformación y puesta en operación de un cuerpo de bomberos, que tenga las herramientas y conocimientos para hacerle frente a este tipo de conflagraciones; si bien destacaron que en el Plan de Desarrollo de la administración local si existen unos recursos destinados a reforestación y para restauración de montes, se habló también de convenios interinstitucionales para agilizar estos procesos, pero es evidente que en un municipio tan pequeño, la logística y los tiempos de respuesta son limitados.
Por parte del alcalde de esta población se hizo incapie que es una responsabilidad compartida, con otras entidades como Corponariño y Empopasto, sobre este último manifestó cierto malestar porque se va a llevar a cabo el proyecto Piedras II, sin que se hayan cumplido los compromisos pactados hace 20 años, cuando se firmó la primera fase del mismo proyecto denominado Piedras I, “Tan solo una placa huella se ha construido desde entonces pero no ha habido intervención en infraestructura vial, para el mejoramiento de la calidad de vida de la gente de la zona; no estamos apoyando a conservar el agua, no estamos apoyando al tema de las compensaciones y conservar el páramo. No conozco al menos las compensaciones, tengo entendido que vienen de parte de Euroclima, pero no hacen parte de lo acordado inicialmente” – manifestó el burgomaestre.
Lo cierto es que de este debate saldrán las medidas a tomar en cuanto a estrategias de prevención, manejo de crisis y reacción oportuna para preservar el delicado ecosistema que rodea los páramos y zonas boscosas con que cuenta la región. Queda la sensación que hay mucho por hacer, sobre todo en temas de trabajo articulado entre autoridades, organismos de socorro y comunidad en general para cuidar la casa común