Una apuesta impulsada desde la gobernación del departamento, acompañada por líderes de la región y el gobierno nacional
Cumpliendo uno de los puntos centrales de su programa de gobierno, Luis Alfonso Escobar Jaramillo, ahora se la juega por iniciar un segundo proceso regional de paz, esta vez con integrantes de la guerrilla de La Segunda Marquetalia. La propuesta del burgomaestre ha tenido eco en diferentes sectores de la sociedad civil y entre las autoridades no solo del orden local, sino a nivel central.
Ya está en marcha una experiencia previa con el Frente Comuneros del Sur, del ELN, que se distanció en su momento de las conversaciones que los insurgentes adelantan en un solo bloque con la administración Petro, pero que se ha visto empañada por varios hechos violentos, que evidencian la falta de voluntad de esa organización alzada en armas.
Dado que existen avances importantes con el Frente del Eln, en Nariño, Escobar Jaramillo, le apuesta a una mesa de diálogos con otro grupo armado ilegal que hace presencia en el territorio y que resultó copando espacios y en confrontación con otras estructuras dedicadas a la producción de cocaína y que a sangre y fuego controlan las rutas de este lucrativo negocio en la costa pacífica. Se trata de la denominada “Segunda Marquetalia”, al mando de Iván Márquez, que en 2019 decidió retomar las armas luego de haber hecho parte y firmado el Acuerdo de la Habana.
Aunque a principios de este año, esa facción de las antiguas Farc, tuvo acercamientos con el gobierno nacional, la prevención que existe en torno al cumplimiento de lo pactado, no ha permitido que se consolide el propósito del gobierno nacional, en torno la paz total.
Por ello, es muy importante la iniciativa surgida desde el sur, donde se sostiene la tesis que la paz se construye desde las regiones, de manera que se espera dar el primer paso para indicar el camino que permita resolver pacíficamente los problemas estructurales de esta zona de Colombia.
“A Esta Hora, junto a @novoagarcia18, @ParmenioCuellar y los demás integrantes del equipo negociador, socializamos a medios de comunicación los avances de la Mesa de Diálogos entre el Gobierno Nacional y la Segunda Marquetalia.
Celebramos la presencia de este equipo en Pasto, un claro reflejo de que la paz se construye con acciones concretas. La confianza de nuestras comunidades está depositada en la capacidad del Estado para dialogar y, al mismo tiempo, invertir y acelerar la transformación territorial.” – escribió en su cuenta de X, el gobernador de Nariño.
En el departamento, hacen presencia 3 componentes armados de esta guerrilla: La columna Alfonso Cano, el Frente Iván Ríos y la columna móvil Ariel Aldana, cuya incidencia se siente con fuerza en la cordillera y en el litoral. Escobar Jaramillo, insistió en el esfuerzo de su administración está enfocado en sacar adelante los diálogos, sin importar las piedras en el camino. Insiste en la importancia de evidenciar los frutos de las negociaciones en cuanto a desminado humanitario, la búsqueda de personas desaparecidas y el retorno de comunidades a sus lugares de origen, después de haber sido desplazadas por el conflicto.
Por último, destaca que este proceso, tiene 3 ejes fundamentales: el desescalamiento del conflicto, las transformaciones territoriales y la llegada de los combatientes a la vida civil. De manera que lo sucedido en Pasto y Tumaco, donde se han instalado las mesas de negociación, es una luz de esperanza para cientos de campesinos que por tantos años han sido víctimas de la violencia y el abandono institucional, esa transformación territorial de la que se habla, seguramente traerá inversiones importantes, nuevas oportunidades laborales en la legalidad y vida digna para quienes han sufrido en carne propia el rigor de la confrontación armada.