Un fuerte movimiento sísmico ocurrió esta mañana en el sur del país, concretamente con epicentro en la población de Santiago, perteneciente al departamento del Putumayo.
Según el reporte oficial del Servicio Geológico Colombiano, el fenómeno natural tuvo una intensidad de 3.4 grados y se localizó a 14 kilómetros del casco urbano de Santiago (Putumayo), también se puede leer que fue sentido en Pasto y otras poblaciones aledañas a la capital Nariñense.
Según la fuente oficial, la hora del movimiento sísmico fue las 8:21 minutos de la mañana de este sábado; aunque vale la pena destacar que desde el día de ayer el SGC, reporta pequeños temblores cercanos a la ciudad de Pasto, que quizá por su baja intensidad no han sido perceptibles para los habitantes de la región.
Con la ocurrencia de este fenómeno, es bueno ahondar en algunas particularidades que ayuden a entender el origen, las causas y factores que desencadenan este comportamiento de la tierra, a continuación, compartimos con ustedes, esta información de interés:
¿Por qué se producen los temblores?
Los temblores, son fenómenos naturales que ocurren debido a la liberación repentina de energía en la Tierra, causando vibraciones en su superficie. Aunque estos movimientos telúricos pueden variar en magnitud y efectos, todos tienen su origen en procesos geológicos que se desarrollan en las profundidades de la corteza terrestre.
1. Placas tectónicas y sus movimientos
La Tierra está compuesta por varias placas tectónicas, grandes bloques de la litosfera que flotan sobre el manto, una capa semi-sólida situada debajo de la corteza terrestre. Estas placas están en constante movimiento debido a las corrientes de convección que se producen en el manto. Cuando las placas interactúan, se generan tensiones en sus bordes que pueden acumularse con el tiempo.
Existen diferentes tipos de límites entre placas tectónicas:
– Límites divergentes: donde las placas se separan, permitiendo que el magma ascienda y forme nueva corteza, como en las dorsales oceánicas.
– Límites convergentes: donde las placas chocan, una se subduce bajo la otra, creando zonas de subducción, montañas y, frecuentemente, grandes terremotos.
– Límites transformantes: donde las placas se deslizan lateralmente una respecto a la otra, como ocurre en la falla de San Andrés en California.
2. Liberación de energía acumulada
A medida que las placas tectónicas se mueven, la energía se acumula en las rocas a lo largo de los límites de las placas o en fallas geológicas dentro de las mismas. Cuando la tensión supera la resistencia de las rocas, se produce una ruptura súbita. Esta ruptura libera energía en forma de ondas sísmicas, que se propagan a través de la Tierra y generan el temblor que sentimos en la superficie.
3. Tipos de ondas sísmicas
Las ondas sísmicas son las responsables de los temblores y se dividen en dos tipos principales:
– Ondas P (primarias): Son las primeras en llegar a la superficie y se caracterizan por ser ondas de compresión, que viajan rápidamente a través de la Tierra, moviendo las partículas en la misma dirección en la que se propagan.
– Ondas S (secundarias): Llegan después de las ondas P y son más lentas. Son ondas de cizalladura que mueven las partículas perpendiculares a la dirección de propagación, causando un movimiento más destructivo.
Además, cuando estas ondas alcanzan la superficie, pueden generar ondas superficiales que suelen causar la mayor parte de los daños en los terremotos.
4. Factores adicionales
Aunque la mayoría de los temblores están relacionados con la actividad tectónica, existen otros factores que también pueden causar sismos:
– Actividad volcánica: Las erupciones volcánicas pueden causar temblores debido al movimiento del magma bajo la superficie.
– Fracturamiento hidráulico (fracking): La inyección de fluidos en la Tierra para extraer gas o petróleo puede inducir sismos al alterar las tensiones en las fallas.
– Colapsos subterráneos: El colapso de cavernas o minas también puede provocar temblores locales.