Desde el pasado 7 de julio de 2024, Colombia ha implementado la prohibición de bolsas plásticas y otros envases de un solo uso. Esta medida, alineada con los esfuerzos globales para reducir la contaminación por plásticos, busca mitigar los efectos negativos que estos productos tienen en el medio ambiente. A continuación, analizamos los impactos más relevantes de esta iniciativa.

Reducción de la Contaminación

La prohibición representa un paso significativo en la reducción de la contaminación. Las bolsas plásticas y contenedores son de los productos más comúnmente encontrados en los ecosistemas marinos y terrestres. Al descomponerse en microplásticos, estos materiales pueden ser ingeridos por la fauna marina, afectando la cadena alimentaria y la salud de los ecosistemas. Con la prohibición, se espera una disminución considerable en la cantidad de residuos plásticos en el medio ambiente.

Conservación de Recursos Naturales

La producción de este tipo de elementos 8 en total según la norma, requiere el uso de petróleo y gas natural, recursos no renovables cuya extracción y procesamiento generan emisiones de gases de efecto invernadero. Al prohibir el uso de las bolsas, se reduce la demanda de estos recursos y se contribuye a la disminución de la huella de carbono asociada a su producción. Esto también impulsa la búsqueda de alternativas sostenibles y renovables para su producción y otros productos de consumo.

Fomento de la Economía Circular

La medida impulsa el desarrollo y la adopción de modelos de economía circular. Este enfoque promueve la reutilización, el reciclaje y la reducción de residuos a través de productos más duraderos y reciclables. En este contexto, el uso de bolsas reutilizables, hechas de materiales como tela o fibras recicladas, se presenta como una alternativa viable y ecológica, fomentando un cambio en los hábitos de consumo hacia opciones más sostenibles.

Educación y Conciencia Ambiental

La implementación de esta ley también tiene un fuerte componente educativo. Al prohibir las elementos plásticos de un solo uso, se genera conciencia sobre el impacto ambiental de los residuos y se fomenta una cultura de responsabilidad ambiental. Esta conciencia es crucial para lograr cambios de comportamiento a largo plazo en la población, promoviendo prácticas más sostenibles y responsables con el medio ambiente.

Retos y Consideraciones

Aunque la prohibición de bolsas plásticas de un solo uso trae numerosos beneficios, también plantea desafíos. La transición a alternativas más sostenibles puede requerir tiempo y adaptación tanto por parte de los consumidores como de los comerciantes. En ese orden de ideas, es esencial que el gobierno y las organizaciones ambientales ofrezcan apoyo y recursos para facilitar esta transición, incluyendo campañas de información, incentivos para el uso de alternativas ecológicas y programas de reciclaje efectivos.

No es una medida nueva

Desde hace 2 años, fue aprobada la ley y se dio un tiempo prudencial para su entrada en vigor, esto con el fin de facilitarle a los productores el adaptarse a las nuevas condiciones, haciendo claridad que no se prohíbe la producción sino la comercialización de estos derivados del petróleo y que podrán seguirse utilizando para exportaciones o empaques de productos cárnicos y lácteos. Aunque inicialmente son 8 los elementos plásticos que cobija la norma, de manera gradual se pretende sacar del mercado colombiano, al menos 20 de ellos. Este es un esfuerzo global por preservar lo que queda de los ecosistemas y por permitirles recuperarse de algún modo.

En otros países ya se tienen experiencias significativas al respecto, Chile y México en 2018 y Panamá en 2021, lo propio hizo Ecuador, al no permitir la venta de bolsas plásticas en la isla de Galápagos, desde 2018.

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