Con el objetivo de mejorar la capacidad operacional de las Fuerzas Militares de Colombia, se ha iniciado la incorporación de nuevos soldados profesionales en diferentes áreas
Así lo dio a conocer el Ministerio de Defensa, a través de un corto comunicado acompañado de un video promocional en donde explica las bondades de esta estrategia, que según esta cartera permitirá frenar la ola de violencia que se registra en varios puntos del país.
Las operaciones de la institución castrense se concentrarán en zonas específicas donde el conflicto armado arrecia y el cultivo de hoja de coca ha crecido exponencialmente; el Catatumbo, Arauca, sur de Bolívar, Cauca, Nariño y Putumayo, son las zonas del territorio colombiano donde se destinará el nuevo pie de fuerza.
Según la fuente oficial, en lo corrido del año, se han incorporado 11.600 soldados y en el 2025 serán 4.500 los que se sumarán a este plan para completar un total de 16.100 efectivos que tendrán distintas tareas no solo en el escenario bélico, sino también en el acercamiento con las comunidades de cada región.
Soldados profesionales, Infantes de Marina y de Aviación Militar, son quienes se sumarán al esfuerzo que desde hace años realiza el Ejército Nacional de Colombia, para garantizar el orden público y la soberanía de la patria.
Una tarea nada fácil en medio de las disputas entre actores armados al margen de la ley, quienes desde hace meses mantienen azotados a varios departamentos entre esos Nariño, que ha sido objeto de continuos combates entre estructuras guerrilleras y grupos al servicio del narcotráfico, que pretenden beneficiarse de esta actividad económica ilícita y apropiarse de las rutas para sacar el alcaloide.
La dura confrontación ha dejado un saldo trágico de muertes, desplazamiento forzado y confinamiento entre las comunidades de la costa pacífica, el sur y la cordillera nariñense donde hasta el momento el gobierno no ha podido solucionar la crisis.
La noticia es positiva en cuanto se logre restablecer la seguridad, sin olvidar que es preciso una intervención integral del Estado, que contemple inversión social, generación de empleo, acceso a educación, salud y vivienda de calidad; solo de esta manera estos territorios olvidados dejarán de ser caldo de cultivo para el reclutamiento de menores y actividades criminales de todo tipo.