Como consecuencia de los plantones que realizan los transportadores la capital de Nariño, está prácticamente sitiada
Al desabastecimiento de combustibles se suma el bajo flujo de pasajeros en el terminal de transportes, donde se ha disminuido la operación en un 60%, las dificultades para transitar hacia el interior del país, dejan las primeras pérdidas para las empresas transportadoras intermunicipales.
Esta difícil situación la expresó el gerente de esa institución Andrés Fernando Zambrano, quien hizo un llamado para que lo más pronto posible el gobierno nacional, las autoridades locales y el gremio de camioneros se sienten a dialogar y poder solucionar los desacuerdos que hoy frenan la economía doméstica.
El tráfico automotor está visiblemente disminuido por las restricciones que existen en cuanto a los topes de venta de carburantes, de manera que muchos usuarios prefieren dejar sus coches en casa y marchar a pie, lo cual para el ciudadano del común puede resultar positivo, pero no para las pequeñas y medianas empresas que dependen del transporte para comercializar sus productos.
Otro aspecto a resaltar es que la protesta ha afectado directamente a la empresa Emas, encargada de la recolección y disposición de las basuras; que tiene 9 vehículos en la vía que, de Pasto, conduce al relleno sanitario de Antánas, donde además de tratar los residuos del municipio, también prestan el servicio para otras poblaciones aledañas.
Ángela Paz Romero, Gerente de la empresa de aseo, se sumó a las voces que piden ponerle atención al tema de los bloqueos, e hizo un llamado a la ciudadanía para que no saquen a las calles los desperdicios caseros, hasta mientras se pueda establecer un plan especial en las rutas de recolección. Se conoció que varios vehículos pertenecientes a Emas, lograron llegar al relleno y depositar allí las basuras, pero al retorno fueron detenidos por los manifestantes y obligados a permanecer en la vía.
Otro sector que resulta perjudicado es el agrícola, al no poder garantizar el suministro de abonos, fungicidas y otros insumos propios de la actividad, el campesino humilde ve como las vías de hecho no le permiten sacar los productos perecederos, ni cumplir con obligaciones comerciales ya adquiridas con los principales centros de abastos del país, tampoco podrán estar al día con las obligaciones crediticias, y lo más grave es que pierden clientela, que busca nuevos proveedores en departamentos como Boyacá y Cundinamarca.
Apenas para mañana se espera una comisión del alto gobierno que ha estado al tanto mediante contacto telefónico con los líderes camioneros y con las autoridades locales, pero que no hay hasta el momento una luz que permita anticiparse en las estrategias de negociación, por tanto, el tiempo en que esta región permanezca a media marcha es incierto e inquietante.