Cada 19 de junio, el mundo se une para conmemorar el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia Sexual en los Conflictos Armados. Esta fecha, establecida por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 2015, tiene como objetivo aumentar la conciencia sobre la necesidad urgente de poner fin a la violencia sexual en situaciones de conflicto, así como honrar a las víctimas y sobrevivientes de estos crímenes atroces.
Contexto Global
La violencia sexual en conflictos armados es una estrategia utilizada con frecuencia para deshumanizar y desestabilizar a las comunidades. Se manifiesta en múltiples formas, incluyendo la violación, la esclavitud sexual, la prostitución forzada, el embarazo forzado y otras formas de violencia de género. Las mujeres y las niñas son las más afectadas, aunque también se reportan casos entre hombres y niños.
La comunidad internacional ha reconocido que la violencia sexual en conflictos no es solo un problema de derechos humanos, sino también una cuestión de seguridad internacional. Las víctimas a menudo quedan estigmatizadas y enfrentan barreras significativas para obtener justicia, atención médica y apoyo psicológico.
Situación en Nariño
En Colombia, el conflicto armado ha dejado una profunda huella en la sociedad, y la violencia sexual ha sido una de sus formas más crueles. El departamento de Nariño es uno de los más afectados por esta problemática. Según cifras de la Unidad para las Víctimas, hasta el 31 de mayo de 2024, se han registrado 3.732 casos de violencia sexual en el marco del conflicto armado en esta región.
Estos números representan historias de sufrimiento y dolor que han marcado a miles de personas y comunidades enteras. Las víctimas de violencia sexual en Nariño enfrentan desafíos enormes para obtener justicia y apoyo, debido a la persistencia de la violencia, la falta de acceso a servicios adecuados y el estigma asociado con estos crímenes.
Esfuerzos para la Eliminación de la Violencia Sexual
A nivel internacional y local, se están realizando esfuerzos significativos para abordar y eliminar la violencia sexual en conflictos armados. Las Naciones Unidas han implementado diversas resoluciones y programas que buscan prevenir la violencia sexual, proteger a las víctimas y garantizar que los perpetradores rindan cuentas.
En Colombia, la implementación del Acuerdo de Paz de 2016 entre el gobierno y las FARC ha incluido medidas para abordar la violencia sexual. Sin embargo, la situación sigue siendo crítica y se necesita un enfoque continuo y sostenido para garantizar la seguridad y el bienestar de las víctimas.
Organizaciones de la sociedad civil, tanto nacionales como internacionales, juegan un papel crucial en la prestación de servicios a las víctimas, la promoción de sus derechos y la lucha por la justicia. Además, es fundamental el apoyo psicológico y la reintegración social de las personas afectadas por la violencia sexual.
Llamado a la Acción
En este Día Internacional de la Eliminación de la Violencia Sexual en los Conflictos Armados, es crucial reflexionar sobre las historias de las víctimas y la importancia de la justicia y el apoyo integral. Es necesario que la comunidad internacional, los gobiernos y las organizaciones continúen trabajando juntos para erradicar la violencia sexual en los conflictos.
Cada persona puede contribuir a esta causa. La educación y la sensibilización sobre este tema son pasos importantes para cambiar las actitudes y combatir el estigma. Además, apoyar a las organizaciones que trabajan en el terreno y abogar por políticas que protejan a las víctimas y castiguen a los perpetradores son acciones esenciales para lograr un cambio real.
En memoria de las víctimas y en solidaridad con los sobrevivientes, como medio de comunicación, reafirmamos nuestro compromiso con la sensibilización para la eliminación de la violencia sexual en el conflicto armado que ha golpeado duramente nuestro terruño. Cabe anotar que, solo a través de un esfuerzo conjunto y sostenido podremos construir un mundo más justo y seguro especialmente para las nuevas generaciones y las poblaciones más vulnerables.