La paz no solamente se construye con los grupos armados al margen de la ley, también se logra con las comunidades y especialmente con la juventud que se encuentra expuesta ante los problemas de violencia en los territorios.
Aunque suene a frase de cajón, la paz comienza por casa y ese parece ser el mensaje que de manera clara envía la Policía Nacional en Nariño, donde existen diferentes tipos de violencias que involucran especialmente a menores de edad que son instrumentalizados para cometer todo tipo de delitos.
La zona costera del departamento de Nariño, ha sido por años blanco de ataques, desplazamientos y confinamientos, por ello la importancia que la institucionalidad le ponga el ojo a la problemática desde el apoyo a la comunidad.
Un buen ejemplo de esta iniciativa policial se registra en la población de La Tola, municipio ubicado en la costa pacífica nariñense a 460 kilómetros de la capital nariñense, donde un nutrido grupo de habitantes de la zona entregó armas corto punzantes a cambio de un detalle, que por supuesto es algo simbólico pero que contribuye en gran medida a la seguridad del entorno.
Estas campañas no son el resultado del día en que se genera la noticia, detrás de esta jornada hay un trabajo de acercamiento a la juventud, de escucha a quienes conforman pandillas o de manera individual han cometido infracciones y delitos, para cambiarles el panorama y buscar conjuntamente un propósito en la vida, que los aleje de los escenarios de la ilegalidad.
Consiste en salvar vidas, evitar conflictos y crear espacios seguros donde los jóvenes se puedan expresar a través de la música, el teatro, la cultura y otros emprendimientos que surgen muchas veces de las escuelas de liderazgo donde ellos son los protagonistas de una transformación duradera, convirtiéndose además en referentes de las nuevas generaciones.