La negociación con una facción del grupo armado en Nariño, ha sido motivo de discordia a nivel nacional, por cuanto desde el comando central de esa guerrilla descalifican el proceso de dialogo que se está desarrollando en esta región sur colombiana.
Lo cierto es que, desde la Gobernación de Nariño, con el visto bueno de la administración Petro, se han dado importantes acercamientos con el frente que opera en esta zona del país, dejando en evidencia una división interna entre los mandos del ELN, en el escenario nacional los diálogos se encuentran suspendidos mientras en el sur se buscan mecanismos para cesar las hostilidades y establecer una mesa de dialogo con un enfoque de paz territorial.
A través de un comunicado conocido en las últimas horas, el Frente Comuneros del Sur anuncia de manera oficial la ruptura con la delegación nacional del ELN, y por ende con el Comando Central de esa organización alzada en armas.
En la misiva, esta estructura destaca que se mantiene toda la disposición para alcanzar la paz y que respaldan las políticas en torno al tema del actual gobierno; el pronunciamiento se dio luego de celebrarse una asamblea interna en las montañas de Nariño, donde según lo enunciado se decidió apostarle a la paz sin contar con la aprobación de los delegados de la mesa de negociación.
Se puede leer en el boletín: “De manera unánime la Asamblea define declarar la RUPTURA con el Comando Central (COCE) y Dirección Nacional (DN), lo anterior conlleva a no aceptar el trato de agresión y el actual modelo de conducción desde el exilio”.
Por lo cual dejan claro que su proceso es independiente y se desligan de las determinaciones que puedan tomar quienes pretenden negociar a nombre de todas las estructuras, denunciando además que han sido objeto de descalificaciones y agresiones por parte de los mandos de esa guerrilla.
Insisten, además, en la constitución de escenarios de paz y transformación social desde la región por lo que se ratifican en su determinación: “La Asamblea reitera sostenernos en la construcción de PAZ TERRITORIAL en el departamento de Nariño, con acciones concretas de paz, entre ellas el desminado humanitario, retornos y transformación territorial.” – afirman.
Diferentes analistas coinciden en que el pronunciamiento es positivo en cuanto a una disminución de la violencia en la costa pacífica y en la cordillera, donde tiene injerencia el frente, además porque según lo han expresado los propios integrantes de la organización al margen de la ley, la mayoría de quienes componen esta estructura son originarios de la región.
Así las cosas, de ser exitoso este proceso de dialogo, quienes se desmovilicen podrán reinsertarse a la vida civil en la misma zona donde han confrontado con otras fuerzas al margen de la ley, como también con el Ejército y Policía Nacional, en una disputa sangrienta por el control territorial, la cual ha cobrado la vida de decenas de civiles inocentes y de uniformados de la fuerza pública, además de desplazar a cientos de familias hacia los cascos urbanos de poblaciones y ciudades donde por lo general entran a formar parte de los cordones de miseria al no tener oportunidades reales de progreso y acceso a educación, salud y vivienda.
Los expertos en el conflicto armado colombiano concuerdan en que el gobierno nacional debe respaldar esta iniciativa de dialogo sin perder de vista los avances y acuerdos que se logren en la negociación con el COCE, una vez se superen las diferencias que han causado la separación del Frente Comuneros del Sur del ELN.