Nariño, es uno de los departamentos cuya vocación agrícola lo convierte en una despensa para el resto del país, por tanto, la intranquilidad que genera el aumento de los carburantes es válida por las repercusiones que puede traer a este renglón de la economía.
Diferentes gremios que hacen parte de las actividades campesinas han manifestado inquietudes con respecto al manejo que se le ha dado al tema desde el gobierno nacional, si bien es cierto que existe un hueco fiscal en el fondo de estabilización de precios, (FEPC) resulta altamente perjudicial que el costo se vaya trasladando de manera gradual al consumidor final.
Según expertos en este espinoso asunto, se debe cambiar la fórmula de comercialización de combustibles fósiles, pues Colombia es un país productor de petróleo crudo, pero la gasolina se paga de acuerdo a los precios de venta internacionales, ese modelo ha encarecido el producto final y ha causado un déficit considerable de alrededor de 40 billones. De manera que es perentorio modificar la operación matemática para expender comburentes a precio diferencial dentro del territorio nacional, permitiendo fijar cifras razonables que no dependan de la especulación que se genera en otras latitudes.
Con el modelo actual coinciden en afirmar que es necesario el desmonte progresivo de subsidios, que ya se ha reflejado en el precio de la gasolina corriente, pero lo más grave es el impacto que generaría el alza al ACPM, también conocido como diésel, que es el que se utiliza mayormente en el sector trasporte pesado y en la maquinaria agrícola.
Así las cosas, no solo se debe tener prudencia en las medidas gubernamentales sino en el costo político que conllevan estas determinaciones del alto gobierno. “Es probable que esto genere un impacto en la inflación y ocasione algunos problemas de orden público en el transporte terrestre de mercancías. Es importante tener en cuenta que el 98 % de los vehículos de carga que funcionan en el país, lo hacen con combustible de diésel. El impacto en la inflación se generaría porque el incremento en el precio del ACPM se traslada al transporte terrestre de mercancías vía precios y porque problemas de orden público generarían una disminución en la oferta de bienes” – afirmó Benhur Palacio, Analista de Estrategia Sectorial de Bancolombia; en un artículo publicado en esa entidad a finales del 2023.
Por su parte el senador nariñense Richard Fuelantala, en dialogo con Ricardo Roa Barragán, gerente de Ecopetrol, manifestó el sobresalto que existe ante el incremento del diésel en el sector agrario; “Me preocupa hoy la transición productiva, no existe tecnología en el sector agrario que funcione con otro tipo de combustibles, como las energías fotovoltaicas o las energías eléctricas.
Los tractores y la mayoría de la maquinaria agrícola funcionan con ACPM, duro golpe al sector agrario, pero la transición energética en ninguna de sus partes habla de cómo sería la transición productiva, especialmente del sector agropecuario” – insistió el senador Fuelantala.