Después de presidir un consejo de seguridad, donde estuvieron presentes las principales autoridades de la región, los altos mandos militares y el Ministro de Defensa, varias fueron las conclusiones que entregó en declaraciones a la prensa, el primer mandatario de los colombianos.
Gustavo Petro Urrego, hizo referencia a “la tijera de la paz”, para cortar la violencia la cual está constituida por dos ejes que funcionan de forma sincronizada, el primero es lo que denominó la represión a las economías ilícitas a través de la fuerza legítima del estado; y el segundo componente es el político social, que permita la transformación del territorio.
“Ambos deben usarse, nosotros creemos que la violencia y el conflicto armado cada vez tienen más una ligazón estrecha con la existencia de economías ilícitas, allí donde se produce cocaína hay violencia, donde hay oro ilícito, hay violencia, las armas empiezan a ser financiadas por esa ilicitud” puntualizó el presidente.
También mencionó la incautación de importantes cantidades de drogas en altamar y la destrucción de maquinarias utilizadas para la minería ilegal, anunció un mayor control a la distribución de gasolina colombiana, que es utilizada como precursor en el procesamiento de la hoja de coca; en ese mismo sentido se le pondrá el ojo al cemento, mineral que también interviene en la producción del alcaloide.
Para combatir la extracción ilegal de oro, Petro Urrego, anunció la creación de una empresa comercializadora del metal precioso, para que sea el estado el que compre la producción y se genere el pago de impuestos destinados a fortalecer los presupuestos del municipio y el departamento, además de generar empleo digno entre los mineros de la zona.
Recalcó la importancia de hacer los ajustes necesarios para evitar entregar esta fuente de riqueza a empresas extranjeras que por su explotación a gran escala ocasionan serios problemas ambientales y no aportan al sostenimiento de miles de familias que tradicionalmente y de manera artesanal se han dedicado a este oficio.
“Hay que transformar el territorio si queremos que haya paz, no es simplemente un problema de armas, de fusiles, de acción militar o represiva, o la justicia, sino que tiene que haber una transformación de lo que vivimos; de cómo podemos vivir más prósperamente en el territorio de donde muchísima gente no quiere salir, porque es su lugar es su terruño” – insistió Gustavo Petro.
Por último, hizo hincapié en la sustitución de cultivos ilícitos con productos derivados del café, el cacao y el coco impulsados por el gobierno nacional a través de líneas de crédito con bajos intereses y la constitución de asociaciones que sumen esfuerzos para fomentar el crecimiento de las pequeñas economías. En el mismo sentido habló de mejorar la red vial para darle mayor competitividad a la región y de descentralizar la educación superior para construir paz.
“Que no sea solamente un discurso, sino que se pueda ver en la realidad de los días, cómo podemos tener razón si cambiamos una economía que produce el terror y el miedo por una economía que produzca paz y tranquilidad y que le dé quizá más razones económicas y de prosperidad a la misma población; este tránsito es lo que llamamos la paz” – Concluyó el burgomaestre.