Como es conocido hace varios días, las autoridades locales y departamentales vienen trabajando las 24 horas del día para superar la emergencia ocasionada por un desprendimiento de tierra en el corregimiento de Jamondino, en el sitio conocido como peñas blancas.
El desplome de parte de la montaña, produjo el crecimiento de la quebrada Guachucal, derivando una avalancha que arrasó con cultivos, piedras, árboles y todo tipo de desechos que aguas abajo se represaron en un vasto terreno del barrio La Minga.
Por este fenómeno natural hay un adulto mayor desaparecido al que hasta la fecha los organismos de socorro han buscado infructuosamente y varias familias damnificadas; la magnitud del represamiento tiene a las autoridades trabajando intensamente en terreno para evitar más daños; y lograr en el menor tiempo posible superar la crisis.
El acueducto local de Jamondino, resultó seriamente afectado dejando a los pobladores de este corregimiento sin el suministro de agua potable, similar situación, viven cientos de familias del barrio el Rosario y la Minga, que han recibido el vital líquido de carro tanques dispuestos por Empopasto, y de tanquetas de la Policía Metropolitana.
Tanto el gobernador de Nariño, Luis Alfonso Escobar, como el alcalde de Pasto, Nicolás Toro, han estado al frente del puesto de mando unificado, para adelantar de manera articulada con los organismos de socorro, Ejército Nacional y Policía, las acciones necesarias para evacuar con motobombas, personal de expertos y maquinaria especializada los escombros y el agua represada.
El llamado que han hecho insistentemente los organismos estatales, es a estar atentos a las recomendaciones oficiales, mantener la prudencia y prepararse ante cualquier novedad, es importante en ese sentido activar los planes de emergencia, rutas de evacuación y puntos de encuentro en caso de un desbordamiento.
El alcalde de Pasto, Nicolás Toro, pidió paciencia a los comerciantes y usuarios del mercado el Potrerillo, quienes han manifestado su inquietud al no poder hacer uso de la principal central de abastos de la capital nariñense, el burgomaestre, destacó el esfuerzo que desde todos los estamentos se ha hecho para atender esta delicada situación.
La declaratoria de calamidad pública, permite gestionar recursos del orden nacional y seccional para ejecutar acciones inmediatas y así prevenir un mal mayor, en total son ocho los acueductos veredales comprometidos en esta emergencia y cientos de familias que perdieron cultivos, sufrieron daños en sus viviendas o quedaron con serios problemas de comunicación vial.
Son más de 100 mil metros cúbicos que se encuentran estancados y en lo que se ha encontrado desechos de basura como plásticos, colchones y otro tipo de residuos que no deberían ir a parar a los afluentes hídricos, porque dificultan la ardua tarea de los integrantes del cuerpo de Bomberos, la Defensa Civil y los operarios de Empopasto.
El llamado entonces es a todos los ciudadanos a tomar conciencia que botar basura a los ríos, contribuye no solo a la contaminación del vital líquido, sino a agravar las consecuencias de una emergencia.