Una lamentable noticia se conoció en las últimas horas referente al deceso del cantante cubano Tirso Duarte, quien según las primeras versiones que se conocen del hecho, fue víctima de una atroz agresión.
Los móviles del asesinato son materia de investigación por parte de las autoridades, lo que se conoce es que fue encontrado en una vía pública del barrio La Cordialidad, del puerto de Tumaco, con graves signos de violencia, por lo cual lo trasladaron hasta las instalaciones de un centro de salud, pero por la complejidad de las lesiones fue remitido a Pasto.
Ya en la capital nariñense, fue atendido por médicos especialistas, que pese a los esfuerzos por salvarle la vida poco pudieron hacer dada la severidad de las heridas y golpes que sufrió el cantante, músico y arreglista nacido en La Habana Cuba.
Según el Gerente del Hospital Universitario Departamental de Nariño, Nilsen Alvear, Tirso Duarte, presentaba un diagnostico poco alentador; “Tenía una fractura en cráneo y una isquemia en el hemisferio izquierdo. El compromiso cerebral fue bastante serio y aunque fue valorado por neurocirugía, no hubo opción quirúrgica”, Puntualizó Alvear.
Tras conocerse la triste noticia las autoridades adelantan las investigaciones para dar con el paradero de los agresores, así como establecer los móviles del asesinato; para ello un equipo de la Policía Nacional, trabaja en la recolección de pruebas y testimonios para esclarecer con quien estaba el cantante antes de ser objeto de la golpiza, por qué se desencadenó tal agresión, y quienes fueron los responsables de la misma.
Lo cierto es que la muerte de Tirso Duarte deja un triste vacío entre los exponentes contemporáneos de la música cubana, y entre sus seguidores del Valle del Cauca, departamento en el que hace unos años se radicó, dedicándole a su capital su más reciente éxito “Pa Cali”, en el que paradójicamente canta: “No me importa si mañana muero, no tengo dinero, ni nada que dejar…Solo sé que yo me voy pa Cali, que el día está bueno y hay que aprovechar”.
La violencia y la intolerancia le arrebataron a la música un hombre que con tan solo 45 años ya había recorrido el mundo con su talento y sabor, paz en la tumba de Tirso Duarte.