El titular de la cartera de defensa, con su equipo de trabajo, hacen presencia en la capital nariñense con el fin de enterarse de primera mano sobre la ocurrencia de diversas acciones ofensivas, que alteran la tranquilidad de los habitantes de la zona y ponen en riesgo no solo la débil economía, sino también la estabilidad de la jurisdicción.
Corresponde al gobierno nacional, hacer un diagnóstico serio de la confrontación y conjuntamente con las autoridades locales tomar medidas que permitan superar la difícil situación de violencia que se vive en el territorio.
Son ya varias semanas donde el departamento de Nariño, ha sido escenario de hechos violentos, que parecen revivir épocas que creíamos superadas, el asesinato de uniformados de la Policía Nacional, los hostigamientos a estaciones, el secuestro de miembros de la fuerza pública, y los enfrentamientos entre el Eln, y las Disidencias de las Farc; que han desplazado a cientos de familias en Samaniego, son parte de la grave situación que vive la región y de la que tendrán que encargarse tanto la cartera de defensa, como otros estamentos del Estado, para hacer presencia real en las zonas del conflicto, y garantizar a la población civil, inerme, el restablecimiento de derechos y la seguridad.
El constante llamado del gobernador de Nariño, y el clamor de diferentes sectores campesinos, sociales e indígenas que apoyaron en su momento al actual presidente, parecen haber surtido efecto, por lo menos en cuanto a la presencia de las autoridades adscritas al Ministerio de Defensa.
Iván Velásquez, junto a sus asesores toman atenta nota de las alteraciones registradas en Nariño, para adelantar un plan estratégico que permita contrarrestar, las constantes agresiones de los grupos al margen de la ley, contra civiles y miembros activos del Ejercito Nacional y la Policía, que han sido blanco de ataques, incluyendo lo que se denomina tristemente como “plan pistola”.
Se espera que, al término de la reunión del alto dignatario con los organismos de seguridad y las autoridades civiles, se de a conocer a la opinión pública las conclusiones de la misma y las disposiciones a adelantar para que retorne la anhelada paz a Nariño.