Invitados por la vicepresidenta Francia Márquez, arribaron a Ciudad de México, capital del país azteca, Elías Larrahondo y John Rojas Cabrera, mandatarios seccionales de Cauca y Nariño, quienes en compañía de varios líderes sociales serán escuchados en la mesa de diálogos que se desarrolla entre el gobierno nacional y el ELN.
En este segundo ciclo se evaluarán los avances que hasta la fecha se han tenido con respecto a la disminución de la confrontación armada en territorios duramente golpeados por el desplazamiento, la pobreza y la estela de sangre que trae consigo el narcotráfico.
La paz total, a la que le apuesta el gobierno de Gustavo Petro, se debe reflejar en Cauca y Nariño, donde existe una fuerte presencia del grupo alzado en armas. “Nosotros seguiremos insistiendo desde la región en el cese bilateral al fuego; esto permite ante todo brindar garantías, demostraciones de paz en los territorios, de que la sociedad civil no esté afectada por lo que está ocurriendo especialmente con el tema del conflicto en el Nariño y en Colombia” – manifestó John Rojas Cabrera, a su llegada a México.
Tras esta reunión las partes firmaron lo que se denominó como el ‘Acuerdo de México’, un documento en el que están plasmados algunos puntos importantes, que de ahora en adelante se pondrán en marcha, como son:
• La participación de la sociedad en la construcción de la paz, hecho muy importante para que las voces de las regiones afectadas drásticamente por el conflicto se escuchen.
• Se reafirma que habrá cese de hostilidades y se comprometen las partes a continuar el diálogo hasta llegar a un acuerdo definitivo.
La tarea consiste en ir a los territorios a socializar este pacto y adelantar acciones para que paso a paso se logre el objetivo de consolidar la paz, generando propuestas importantes que contribuyan al mejoramiento de la calidad de vida de las comunidades víctimas de este flagelo, para tal propósito se ha planteado realizar caravanas humanitarias donde tiene incidencia el ELN.
Según se conoció existe voluntad tanto del gobierno como de la guerrilla, de dialogar hasta llegar a un acuerdo concluyente que, con cooperación internacional permita invertir en estas zonas para hacerlas competitivas, con generación de empleo digno, industria, emprendimientos e infraestructura.