Una de las situaciones más difíciles que está dejando el taponamiento de la vía Panamericana a la altura del municipio de Rosas – Cauca, es la falta de algunos alimentos básicos como el arroz, pasta, huevos, granos y algunos procesados que son traídos a la región desde el centro del país. Contrario a este panorama, los centros de abastos que operan en la ciudad siguen ofreciendo una buena cantidad de frutas, verduras, tubérculos y carnes.

Gracias a la diversidad de pisos térmicos del departamento de Nariño, podemos contar con una variedad de productos agrícolas con las que bien se podría reemplazar algunos elementos de la canasta familiar, que han incrementado sus precios debido a las dificultades que presenta actualmente el transporte de carga.

Basta recorrer las plazas de mercado para darse cuenta que hasta el momento se encuentran funcionando con normalidad y alimentos como la papa, plátano, huevos de campo, yuca, tomate, piña, zanahoria, limón, papaya, cebolla, sandias, pimientos, granos frescos, lechuga, repollo, carnes de res, de cerdo y pollo, presentan una buena oferta.

La alternativa para ahorrar en medio de la crisis es aprovechar la cosecha de algunos alimentos que están bastante económicos y que son de la tierra, por tanto, no han registrado hasta la fecha incrementos significativos. Así lo confirmó Ana María Rivadeneira, coordinadora de la Plaza de Mercado Los Dos Puentes, que instó a la ciudadanía a visitar este centro de abasto y no dejarse llevar por rumores; “Queremos romper con esa desinformación, que dice que la plaza no cuenta con los productos, lo cual es completamente falso, invitamos a todos que vengan y compren dentro de las plazas; garantizamos productos frescos, buenos y siempre van a tener la ñapita” – Concluyó la funcionaria.

Si bien la falta de combustibles ha dificultado el traslado de productos a los diferentes mercados, la vocación agrícola de nuestros campesinos, la cercanía con la zona rural y la solidaridad del gremio transportador han contribuido a solventar la problemática y abastecer la demanda que diariamente los usuarios requieren para llevar a sus hogares productos de calidad.

La clave está quizá en adaptarse a las circunstancias, comprar de manera inteligente y estar atentos ante las medidas que, desde las administraciones local y regional, se tomen con respecto a la movilidad, rescatar el trueque como muestra de hermandad y solidaridad y seguir insistiendo ante gobierno nacional por soluciones de fondo que acaben con la falta de una infraestructura vial decente poniéndonos en una línea competitiva, en condiciones de equidad con el resto del país.

En este ejercicio es crucial la voluntad política y social para afrontar el atolladero y buscar conjuntamente las soluciones pertinentes a corto, mediano y largo plazo, es perentorio conocer el pronunciamiento de los gremios productivos, las autoridades y los movimientos sociales para trabajar en puntos de común acuerdo y trazar una hoja de ruta que saque al departamento del ostracismo al que ha sido sometido por el abandono estatal y la poca gestión de sus dirigentes, de alguna manera todos estamos llamados a aportar, gestionar y colaborar para enfrentar con éxito el nubarrón.

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