En 1930, empezó la construcción del templo de Cristo Rey, uno de los sitios religiosos que por su historia, arte y espiritualidad, es frecuentado por cientos de católicos, de la región y también turistas que maravillados por su arquitectura enmarcada en el estilo romano gótico, acuden con bastante regularidad.
Fue el sacerdote Jesuita Rafael Toro, rector del colegio San Francisco Javier, quien inició esta obra de gran magnitud, ubicada en la calle 20 con carrera 24 de la “ciudad teológica” como es conocida la capital del departamento de Nariño.
En el mismo lugar hacia 1532, se fundó por parte de los padres Dominicos, también conocidos como Orden de Predicadores, la iglesia de Santo Domingo de Guzmán; en lo más alto de su fachada, se destaca la imponente obra escultórica del maestro nariñense Marceliano Vallejo, una representación de Cristo, con cetro y corona, que mide 5 metros y que es muy fácil de observar desde los 4 puntos cardinales de la ciudad.
Ya en el interior del templo, se encuentran varias obras talladas en madera, que representan a quienes por su vida y entrega a los demás alcanzaron la santidad, algunas elaboradas por artistas ecuatorianos, como también creaciones del pastuso Alfonso Zambrano. Por su belleza, espiritualidad, gran valor artístico y arquitectónico, es digno de visitar y promocionar como una de las joyas con que cuenta el pueblo nariñense.
Como acción de gracias por sus 80 años de existencia, igual que el Cristo, que recibe a todos con sus brazos abiertos, la Compañía de Jesús, invita a la comunidad en general a asistir a la Eucaristía, que se celebrará este domingo 30 de octubre a las 10:00 de la mañana, presidida por Monseñor Juan Carlos Cárdenas Toro, Obispo de Pasto y el padre Hermann Rodríguez S.J. Provincial de los Jesuitas en Colombia.